19.12.08

comunismo de fuego

Los encendedores, tambien conocidos mas alla de las fronteras como mechero o laiter, ademas de ser un elemento de extrema utilidad tanto para la dama como para el caballero por poseer la habilidad de domesticar el mismo fuego, tienen un comportamiento digno de estudio y por eso me voy a referir a ellos en estas lineas.

Como si tuvieran algun tipo de investidura diplomatica, los encendedores son uno de los pocos elementos que no estan sometidos al imperio de la propiedad privada. Jamas me he sentido un criminal contando su botin cuando al llegar a mi casa saco de mis bolsillos tres encendedores de modelos y colores variados que jamas habia comprado, y tampoco los considere a partir de ese momento como propios ni los contabilice dentro de mis activos ni mucho menos los inclui en mi declaracion de ganancias. Pasajeramente pasan a estar bajo nuestra custodia, somos simples tenedores del encendedor, momentaneamente habilitados para su uso.
Pero este acto de robar encendedores, carente de maldad, lo hemos aprendido de las divinidades, y se remonta al origen del fuego mismo, o no recuerdan que el fuego le fue obsequiado al ser humano por un griego tramposo llamado Prometeo que no tuvo miedo de robarselo a los Dioses?

Pero como no creo en la anarquia, y de alguna manera tengo que justificar una carrera de economista, veo este acto comunal de compartir el fuego, como un simple modelo; podemos decir que la cantidad de encendedores que han sido comprados e introducidos en el mundo social de los fumadores son la oferta, la cantidad de cigarrillos que se desean encender es la demanda, el precio definido es la astucia+velocidad de las manos, y para que este modelo permanezca en equilibrio cuando un encendedor por el motivo que fuere pierde su capacidad de hacer fuego, el poseedor del mismo adquiere la obligacion de reponer al circuito con uno nuevo. Las consecuencias del no cumplimiento de esta obligacion seran aplicadas por los dioses privandole de fuego para encender su cigarro en circunstancias tan clave como el nacimiento de su primagenito o luego de un asado con dama juana y tripa gorda.

3 comentarios:

  1. Una maravilla. Todos los que me conocen saben de mi afición a agenciarme encendedores ajenos. Creo que en mi casa debe haber (hoy día) no menos de 7 encendedores: no recuerdo haber comprando ninguno en los ultimos 2 meses.

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  2. Recuerdo haber participado de una charla semejante, en mi casa.

    Economistas, grandes hacedores de teorías y modelos, llenos de hipótesis simplificadoras y sujetos a comportamientos condicionados de las variables que lo componen. Mas que economistas, deberían llamarse fantasmas.

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  3. Ese vocabulario rigido y carente de sensaciones no puede ser de nadie mas que de una rata actuarial, un ser de la raza muy-bueno-para-la-matematica-pero-sin la-personalidad-suficiente-para-ser-un-contador.

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