Esa extraña locura llamada futbol

Desde de la caida del Imperio Romano y por ende, de sus espectaculos circenses, la historia de la humanidad no ha experimentado un fenomeno ludico popular de tales dimensiones hasta hace poco mas de un siglo.
A partir de la centuria anterior hasta nuestros dias un nuevo acontecimiento aglutina las distintas capas sociales de todo el planeta. Horas y horas son dedicadas a un juego que, si se mira desde lo racional, constituye algo tan simple como 22 personas corriendo y buscando introducir un pedazo de cuero entre tres postes de hierro.
No importa en que parte del globo nos encontremos, ya sea en un cafe de calle Corrientes en Buenos Aires, en la playa de Copacabana en Rio, en un tapas de la Gran Via en Madrid, o en un pub en Manchester, la gente habla de futbol. A su vez los personajes que lo practican no salvan vidas, no educan a nuestros hijos ni dejan su vida por el pais, sin embargo son mas adorados y venerados que todos que se dedican a las tareas recien nombradas.
Se han hecho miles de estudios sociologicos intentando dar con una posible explicacion de este fenomeno. EL Loco Hernan Montenegro (filosofo y basquetbolista retirado) dijo alguna vez que el futbol es el psicologo que tiene a mano la gente con escasos recursos economicos para costearse un terapeuta. Considero que si bien el razonamiento es muy seductor, tambien es incompleto. Porque el futbol tiene una cualidad singular antes mencionada, que es la capacidad de amalgamar a todos los espectros, clases y edades de la sociedad. Lo que no logran (o lo hacen a medias) ni el arte, ni la politica, ni otras disciplinas milenarias, lo consigue el futbol. Y para el que conserve la duda, lo desafio a que me mencione un solo fenomeno que permita conmover tanto a un hogar de ancianos como a una escuela de niños, que penetre tanto en las acaudaladas calles de Barrio Parque como en los humildes callejones de Fiorito, como lo hace el seleccionado de futbol cada cuatro años.
El futbol es ese juego perfecto que describe Dolina que combina la simpleza, la pasion, la habilidad y el compañerismo. Es tambien una maquinaria perversa, una suerte de circo moderno manipulado para anesteciar y dispersar al pueblo. Ambas definiciones son validas. Como buen futbolero, yo voy a quedarme con la primera. Y es por esto que ya estoy esperando el proximo fin de semana para palpitar desde la tribuna, la TV, o bien desde los sms de mi amigo Duaca, el proximo partido de mi querido Racing Club.