Lluvia, ven (consejos para hacer llover )

Ante la grave crisis climatológica que sufre nuestro país, y luego de una minuciosa investigación en google, vamos a facilitar a nuestros conciudadanos una serie de instrucciones y anécdotas para producir lluvia, de manera tal que a nadie se le sequen los malvones.

1- Una de las prácticas más extendidas consiste en realizar la siguiente elocución, en voz alta, y mirando al oeste (donde nacen las tormentas) , sosteniendo una vela parados sobre un espacio previamente santificado con un mandala: "Cuando la vela se apague, el sol también lo hará, en el nombre del dios y la diosa, mucha agua caerá". Es probable que las primeras veces no se consiga lluvia alguna, ya que la conexión astral necesaria implica un poco de ejercitación. Pero con un poco de práctica, no hay tormenta que se resista.

2- Un poco más complicado, es el rito que incluye los siguientes elementos: Una escoba, un río o espejo de agua, usted. Se procede de la siguiente manera: Usted, con la Escoba en la mano y parado en el bordel del RIO o similar, deberá cerrar los ojos y pensar (lo más duro que se pueda, dice la fuente) en el color azul, luego en el celeste, y finalmente en una suave llovizna que cae a su alrrededor. Acto seguido golpeará con la escoba sobre el agua tres veces y luego la eleverá
por sobre su cabeza produciendo una llovizna, hecho lo cual comenzará de nuevo el ritual hasta repetirlo tres veces.
Este rito produce lluvias a muy poca escala, que alcanzan la medida de una hectárea. O sea una lluvia para toda la cuadra.

3- Algunos aseguran que es más fácil y efectivo sostener una piedra de lava sobre la mano hábil y pronunciar las siguientes palabras: "Cielo, cielo, mira hacia aquí, derrama tus lágrimas sobre mí, hoy". Los que aseguran esto apararentemente no encuentran dificultad en conseguir piedras de lava.

4- Casar a dos animales, o incluso a dos árboles, es el método típico para producir precipitaciones en la India. Se trata de un casamiento real, con invitados, fiesta y trajes de ocasión. La unión nupcial se produce atando un lazo de color amarillo a la novia, y haciendo luego lo propio con el esposo. Más allá de la efectividad que tiene, es una excelente idea la de realizar un casamiento en donde no hay que ocuparse de que se diviertan los novios.

5- La máquina de hacer llover, inventada por el argentino Juan Baigorri, quien luego de licenciarse en Europa con el título de ingeniero y especializarse en geofísica, regresó al país para continuar sus investigaciones, tenía la cualidad de atraer el mal clima. Descubrimiento fortuito de Baigorri, mientras experimentaba con ondas electromagnéticas se encontró empapado por un temporal que llego sin aviso. Allí, y luego de probar su invento en diferentes lugares, recibiendo invitaciones y desafíos de muchos muchos del país, en los cuales obtuve resultados disímiles, la idea de Baigorri se fue diluyendo. Pero lo más impresionante tiene que ver con los éxitos que sí logró, ha saber (cito):

" - Estancia "Los milagros", de Juan Balbi, provincia de Santiago del Estero. Hacia 16 meses que no llovía. Baigorri conecta sus instrumentos y llueve.
- También en Santiago del Estero es solicitado por el Gobernador Dr. Pío Montenegro. Acude a una estancia del funcionario en donde no llovía desde hacía ya tres años. Tres días de trabajo y llueven 60 mm. en dos horas.
- Nuevamente Santiago del Estero, para Navidad. Llueve como nunca.
- En Carhué hacía tres años que no llovía. Va Baigorri con sus aparatos y llueve tanto que se desborda la laguna.
- El Ministro de Asuntos Técnicos de la provincia de San Juan lo llama en 1951 para probar suerte en una zona en la cual no caía agua desde hacía 8 años. Prueba y llueven 30 mm. "

Un día aceptó el desafío del Director del Servicio de Metereología de la Nación, quien no paraba de burlarse de su invento, y aceptó producir lluvia el día 2 de enero de 1939. El diario crónica tituló los avances y retrocesos de la polémica. Para año nuevo, el Director del Servicio de Metereología recibió un paquete de parte de Baigorri, en donde le obsequiaba un paraguas. Así las cosas, el día fijado llovió torrencialmente a partir de la tarde y hasta el día siguiente. Crónica, tituló, con su ya entonces genial estilo: "Como dijo Baigorri, hoy llovió".


Que disfruten de sus tormentas.