Manu arma y desarma las canciones una y mil veces. Las canta, las mezcla, las pone en una licuadora y las canta de nuevo, hasta que se pierden sus contornos, hasta que logra la magia. Y entonces sus temas pasan a formar parte de lo popular. De eso que se canta de mil maneras diferentes, como se recuerda, como sale. Esos temas que se escuchan una vez, pero parecen de toda la vida.
Sus temas son estribillos puros de los que resisten, de los que igual viven, de todos.
Manu es un camaleón magnético, repleto de ritmos, de reggae, de ska, del arrastre punk de los bajofondos franceses.
Y con los asesinos de uvas, los terroristas de la rumba, los gitanos del punk, los colifatos del borda, los poetas malditos, con todos, tocó para nosotros el último jueves.
que lindas líneas, me lo perdí loco, me siento mal por eso.
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